Mejora de las habilidades físicas tales como la coordinación y el equilibrio, y mejora de la correción postural de los niños para tratar y prevenir posibles futuros dolores de espalda, de forma lúdica.
Muchos de los problemas de espalda que sufrimos durante la edad adulta se pueden solventar con un tratamiento preventivo en la infancia, ya que las estructuras óseas y musculares no se han desarrollado del todo y se puede guiar su evolución de forma controlada hacia un correcto posicionamiento, aportando al niño una conciencia corporal importante para conocer su cuerpo y saber cómo debe moverse y colocarse.